Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

miércoles, 21 de noviembre de 2012

LA AMISTAD



17-02-1984

Querido Yayo Félix:
Cuantísimo de cierto tiene hoy tu carta.
La familia nos viene dada al nacer y vete a saber la suerte que nos espera con ella. En ocasiones recibimos más daños que bondades de quienes comparten con nosotros genes y ancestros y los amigos, cuando lo son de verdad; no de esos que se apuntan al carro de la amistad cuando son simplemente conocidos o ni eso; los amigos son los mejores regalos del destino.

Gracias a la amistad de dos preciosas muñecas de guardería (Rebeca y Laura) sus mamás (tu hija Pili y yo) también nos hicimos amigas y por ende, además de su querido Yayo Antonio –mi adorado padre- Laura tiene otro yayo “adoptivo” Tú, mi querido yayo Félix.

Desde el bendito día en que las niñas se conocieron (hace 30 añitos de vellón) y se hicieron inseparables, Pili y yo también lo somos (amigas e inseparables).
Presumo con orgullo de no haber tenido entre nosotras riñas ni peleas; aunque no siempre hayamos estado de acuerdo en nuestra forma de ver las cosas o la vida.
Tanto ella como yo, tenemos en la otra plena confianza y confidencia. Si tuviera una hermana, seguramente la querría tanto como quiero a Pili.
Cualquier cosa que nos pasa; buena o mala, la compartimos. Hemos reído hasta llorar y hemos llorado hasta reír, pero siempre juntas. Quizás el contacto físico no es tan cotidiano como lo era hace años, cuando además de lo dicho compartíamos barrio. Ahora afortunadamente existen medios de comunicación más modernos y efectivos que el TamTam o las señales de humo; y unas tarifas en telefonía tan asequibles que no es costoso mantener ese contacto, y aunque no es lo mismo, nos conformamos porque peor sería ni lo uno ni lo otro; aunque sigo teniendo nostalgia  de aquella convivencia en el barrio y la  locura al criar juntas a nuestros siete hijos.
Muchas tardes mi padre o tú fuisteis cómplices y en mi casa o en la suya ejercíais el grandioso papel de abuelos en medio de los siete maravillosos diablillos que crecieron demasiado pronto y casi se nos fueron de las manos sin darnos cuenta.
Ahora las dos somos orgullosas abuelas y hablamos mucho de mi padre y de ti, él ya no está con nosotros pero seguimos nombrandole como si lo estuviera, porque así sentimos su presencia.
Comentamos si sabremos adorar a nuestros nietos tanto como vosotros a los vuestros. Os tuvimos como ejemplo para no hacerlo demasiado mal.

Quiero enviaros por excelentes abuelos y amigos a mi papito y a ti,  todo mi cariño (y el de mis hijas y mi marido) y ya sabes, que esta gritona y ricachona te quiere muchísimo, gruñoncete guapo.

Tu AMIGA

Marisa Pérez Muñoz


28-06-1983
LA AMISTAD
Valladolid, 27 Noviembre  de 2001

        Queridos hijos: San Agustín que alcanzó la más alta, cota de la sabiduría humana dijo grandes cosas, en este momento recuerdo dos; una, como la mejor dieta, "si al levantarte de la mesa sintieras aún apetito, es señal de que cada día estás más sano de cuerpo y alma"; la otra, "nada es grato para el hombre si no tiene un amigo". Y es que la amistad es como el sol, así de necesaria.
        En opinión de La mentes más agudas, después de profundas investigación, aseguran que tener un bien amigo es pasmosamente beneficiario porque los amigos son un manantial de salud, la mejor medicina para cualquier enfermedad, porque proviene y cura a la vez. Contar con amigos incondicionales es correr 50% menos riesgos de dejar e respirar para siempre, porque regula el ritmo cardiaco y la subida de la tensión arterial. Por el contrario, la soledad, la falta de apoyo aumentan notablemente los riesgos de morir repentinamente. La amistad, el sentirse querido y apoyado da tanta confianza y seguridad que reduce en un 40% el riesgo de contraer demencia senil.
Tenemos muchos refranes, muchos dichos sentenciosos que consideran que no cabe imaginar nada mejor que la amistad: "Es indispensable a todo ser humano una amistad auténtica para ser feliz"; "Se puede vivir sin un hermano, pero no sin un amigo"; "Los buenos amigos son la mejor y más segura lotería".
Hijos, a estar contentos y a ser felices, porque a corazones alegres nunca les falta un buen amigo.
               Besos y abrazos,