Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

sábado, 29 de diciembre de 2012

VER LAS COSAS CON OJOS HUMANOS



Querido Yayo Félix: Personalmente creo en el mismo Dios que tú, aunque quizás con un prisma diferente.
Creo que estás muy cerca de Él  porque te lo has ganado y por eso espero que estés feliz a su lado, aunque la sensación de no verte no es pérdida, sigue pareciendo que en cualquier momento abrirás la puerta y gritarás: “¡¡Ya llegó el Yayo!!”.

Recuérdale a mi padre que espero urgentemente lo que él sabe y repartíos miles de besos y abrazos de mi parte. Dulces sueños.

Marisa Pérez Muñoz

 Ver las cosas con ojos humanos

Valladolid, 29 de Diciembre de 2001


Queridos hijos: Oigo en la radio a una persona dudar de Dios, dice que si existiese evitaría sufrimientos a las personas de bien en vez de proteger a seres malvados  y canallas que viven felices y triunfantes.
Admito que se puede tener crisis de fe, pero no dudar de Dios por ese camino. O sea, que, por ejemplo, en una situación catastrófica les tocase la china únicamente a las malas personas. Pues no; tampoco es eso. Viendo las cosas desde nuestra humilde óptica, lo que tal vez quedase estupendo es que de vez en cuando el Creador  diese un tirón de orejas a esos malandrines problemáticos para que supiesen “lo que vale un peine”. Pero, claro, este sería  el modo y la manera de ver las cosas desde el punto de vista de los humanos, que no acertamos a comprender las tomas de decisiones de un ser tan cercano, pero también tan lejano, al igual que un microbio no entiende lo que hacemos los hombres.

Bien sé que es éste un argumento simple y pueril, pero que a muchos nos sirve, pues no hay más cera que la que arde: vivir con fe o sin ella. Esto es, tomar el tema de Dios como un cuento chino, todo un montaje de la mente humana y no creer en nada ni en nadie, u optar por creer que existe algo más después de esta vida, aunque a veces podamos sentirnos  como  microbios, incapaces de entender los designios de quien  todo lo ha creado y lo mueve..

Hijos, personalmente pido a Dios que me comprenda, que me entienda y disimule mis dudas y crisis en tanto yo trato de descubrir su presencia en todo y en modo especial en las personas maravillosas, -que las hay- y hacen posible que la vida siga adelante.
Resumiendo: Dios sabrá, es problema suyo, y como es bondadoso y sabio, hace que me sienta lleno de una grata sensación de esperanza en que el final sea a su manera, que será la mejor.

Besos y abrazos,