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viernes, 16 de mayo de 2014

PERRO PULGARCITO Y CAPRICHOSO



PERRO PULGARCITO Y CAPRICHOSO
Melilla, l6 de Mayo de 2001
Pilar, querida hija: Cerraba la puerta de la calle camino de la playa a dar el cotidiano paseo con Bruno, cuando sonó el teléfono, era  Maricruz con la mala nueva del intento de robo.  Preocupado por el hecho llegué al ascensor en el preciso momento en que se cerraba y se iba, pero Bruno, un perro pulgarcito y capaz de los caprichos más insospechados, sin darme tiempo a nada, se coló por la mínima rendija, quedando él dentro y yo fuera con la correa en la mano.  Menos mal que los milagros existen, y los cornitos gozamos de unos reflejos relampagueantes, pues todo fue  instantáneo, y solté  la correa, agarrándome con toda mi alma a la puerta, logrando abrir una mínima ranura, pero suficiente para que la susodicha correa corriese tras  del perro, y nada ocurriese, pero ¿imaginas el drama, Bruno horrorosamente ahorcado entre piso y piso?

Lo pienso y no puedo por menos que sentirme merecedor de encarnarme en la otro vida en perro callejero, porque aunque todo queda en anécdota, de haber tenido lugar el sobrecogedor drama se hubiera debido a  la trágica mano del destino, pero reúne todos los ingredientes para haber sido juzgado unánimemente, sin defensa posible, como un viejo chocho, tonto de las narices hasta la pared de enfrente, porque ¿ dime cómo explico ya de manera verosímil el hecho inaudito de quedar el perro dentro del ascensor y yo fuera con la correa en la mano?

Abrazos de tu asustado apá

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