Historias de toda una vida

Cartas que agrada recibir

domingo, 2 de febrero de 2014

CRISTINA "PSICODÉLICA"


CRISTINA "PSICODÉLICA" 

Valladolid, 20 de Septiembre de 2001 

 Cristina, querida nieta: Ver tu lindo pelo de un color castaño natural afeado (para mi gusto seguramente pasado de fecha) con un tinte rojo "psicodélico" me lanza a cavilar en lo extravagantes y extrañas criaturas que somos los humanos, pues no sabemos, o no queremos saber lo que queremos y vivimos anhelando lo que no tenemos.

De mí mismo recuerdo que cuando cruzaba ese maravilloso trocito de vida que se llama primera juventud, aún imberbe, soñaba  estando despierto con el día que me brotasen los pelos de la cara, y ya barbudo, lo que se me antojaba, y sigue antojándoseme, es ser barbilucio, ¿Para qué quiero los pelajos faciales si tengo que tomarme la molestia cotidiana de raparlos?

Si no te comes una rosca, si no tienes novia, rabias por tener a tu Julieta, para quejarte después del amor y sus espinas, dado que si te adora Josefina le haces el mayor de los desprecios posibles, ya que tú te pirras por Pepita que no te mira a cara. Osea, que si eres moreno suspiras por ser rubio, si tu pelo es rizoso lo alisas... ¿De dónde nos llega esa inconformidad de remplazar un deseo por otro y otros que de inmediato cambian sin llegar nunca a la plena satisfacción?

Dicen los que tienen noticias ciertas sobre  el tema que la cosa tiene plena explicación: el Creador puso en nuestro corazón esa volubilidad implacable para que nos aguijonee y no nos deje vivir en paz en este valle de lágrimas, territorio transitorio y de peregrinaje, y tengamos presente que nuestros deseos no se verán plenamente satisfechos en este inmundo mundo, sino en el otro, eterno y perfecto.

Así debe de ser, y así lo debemos entender y aceptar para que de este modo vivir sin perder el sentido festivo de la existencia, que no olvidemos que son tres días.

Mi joven y vivaracha Cris, abracísimos de tu abuelo que te desea una explosión de salud, humor y alegría.