Historias de toda una vida

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domingo, 16 de marzo de 2014

LA PRIMAVERA



LA PRIMAVERA

Valladolid 16 de Marzo de 2002

Queridos hijos: Hoy tengo la sensación de que ha amanecido un día especial, con buenas vibraciones , optimista, la primavera está a punto de caer, dentro de apenas cinco días, y se nota, es un día espléndido, luciendo un alegre y refulgente sol de oro que pasea majestuoso por el cristal azul del cielo. Los días se alegran al contar con más horas, las temperaturas suben, no excesivamente, el mundo empieza a pintarse de vivos colores, se respiran aromas  diferentes y todo invita a salir  a la calle y entrar en contacto con la gente, a vivir alegremente disfrutando los pequeños placeres que la vida ofrece. Se tiene la grata sensación de que las mujeres son más bonitas y que en general, todos somos más felices , que todo vale si nos emociona, si somos capaces de quitar importancia a las cosas que no la tienen, si derrochamos buen humor riéndonos de nuestra propia sombra es el más seguro y placentero curalotodo. 

Se dice, la primavera la sangre altera, y que llega sin saber como ni por qué, pues yo os lo voy a decir, lo sé porque hace muchos años lo contó quien lo sabía, homero, el gran poeta griego. Así son las cosas: Hubo un país y un tiempo en que, en Cuernavaca, permanecía  perpetua la estación primaveral. La benefactora de este paraíso era Démeter, divinidad griega, personificación de la tierra, cuarta esposa del dios de los dioses, Zeus. Del matrimonio nació Perséfone, preciosa muchacha que correteaba dichosa por el delicioso oasis recogiendo flores para tejer diademas y collares. Todo era satisfacción y regocijo hasta el infausto día que cruzó el florido vergel Hades, rey de los infiernos y dios de los muertos que vio a la hechicera joven y enamorado a primera vista de su gracia seductora la raptó para siempre y la llevó en su carro tirado por fogosos caballos a su reino: El averno. La madre preocupada por la tardanza de la hija salió en su busca. Encendió dos antorchas y con una en cada mano recorrió el territorio nueve días y nueve noches, todo en vano. El sol viendo la angustia de la madre por la pérdida de la hija le contó la realidad de los hechos. Démeter, reina de la tierra, entró en profunda depresión y lo abandonó todo. Dedicándose únicamente a recorrer el mundo intentando olvidar su tristeza. Abandonados los campos ya no florecían, la sequía asolaba la tierra.

Zeus, viendo la tristeza de su esposa intentó en vano recuperar a su hija, que por desgracia ya se había convertido en reina del infierno, lo que le impedía abandonar el mundo de los muertos para regresar al de los vivos.

Zeus empleando todo su poderío consiguió que su bella hija pudiera regresar al lado de su madre un tiempo concreto y limitado a lo largo del año. Este tiempo coincide precisamente con la primavera, momentos en los que Démeter vuelve a hacer florecer la tierra, pues recupera la alegría cuando se encuentra por fin al lado de su hija.

Hijos, ya conocéis la fantástica y, verídica explicación del como y por qué de la llegada de la primavera.

 Besos y abrazos