Historias de toda una vida

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miércoles, 17 de diciembre de 2014

MOVER LAS PIERNAS ES MOVER EL CORAZÓN



MOVER LAS PIERNAS ES MOVER EL CORAZÓN

Valladolid Diciembre de 2001
Queridos hijos: El hecho no admite discusión, no es lo mismo subirte a una bici a disfrutar de la vida con todos los sentidos paseando con un grupo de divertidos camaradas por un paisaje alegre y risueño entre flores y arboles amigos, empapándose de sol y respirando oxígeno puro, que pedalear en una bicicleta estática, aunque digamos que hasta cierto punto, sólo hasta cierto punto, también es montar sobre dos ruedas, sin ser, por supuesto, ni tan saludable ni tan placentero, pero peor es nada.
Si los médicos recomiendan movilidad, hay que tomarse con verdadero empeño el mover las piernas, que es mover el corazón, y pese a que ya mis andares son ir rengueando penosamente, cual correcaminos voy y vengo, incansablemente por los pasillos de la casa, evitando a toda costa quedar inactivo como pasmarote en plan sedentario, lo peor que le puede pasar a una persona de edad madura.
Y, pues eso, que dado que el ciclismo también es un excelente ejercicio físico, le doy al pedal para fortalecer el sistema respiratorio, tonificar el corazón a fin de que aumente el riego sanguíneo del cerebro. Por supuesto mejora la elasticidad de las articulaciones de tobillos y rodillas, entrando en acción otros muchos músculos.
Viajar en la estática, pedaleando a secas, sin moverte del lugar, puede resultar pesado y monótono, pero yo para que me resulte más placentero, imaginativamente recorro, por ejemplo, el trayecto de Guardo a Villalba, el pueblo de mi madre que tantas veces llevé a cabo cuando joven.
Mis jóvenes, hijos, disfrutad de la primavera de la vida, que no es eterna.
Besos y abrazos