27-03-2015
Si, ya sé que apenas me
conoces y que las únicas veces que coincidí contigo me mostré en exceso temerosa,
incluso estando en tu casa, tenían que apartarte de mí para no formar la
Marimorena. Sabes que es superior a mí estar cerca; que por mucho que me empeñe
en ocultarlo soy incapaz de estar tranquila cuando vienes canturreando con la única
intención de jugar, pero siempre me sentí incapaz de acariciarte.
Hoy Rocío está sin consuelo.
Ha sido un duro golpe para ella y María que tanto te han querido, pero ha
llegado tu hora Bruno. Has volado al Cielo donde te aguarda nuestro querido
Yayo Félix.
No vas a estar solo, él te
paseará, jugará contigo y verdaderamente será como si ninguno de los dos se hubiera
ido.
Aquí dejo el enlace de las
dos cartas que él te escribió, para que todo el mundo pueda volver a leerlas.
Hasta siempre Bruno, perrito
indefenso y fiel, cariñoso, compañero y confidente. Mi temor no me deja decir
con precisión que fue un placer conocerte, pero sí lo fue saber de ti, y lo es
escribirte para desearte feliz viaje a tu nueva morada.